jueves, 23 de septiembre de 2010

La Biología con un poco de Historia

Raúl Alzogaray es doctor en Ciencias Biológicas egresado de la UBA, especializado en toxicología. Becado por la Organización Mundial de la Salud, trabajó durante un año en el departamento de EEUU, también es investigador del Conicet, entre tantas cosas.
Autor de Una Tumba para los Romanov, un libro sobre el ADN (conocido en nuestro profesorado de biología); El elixir de la muerte, una historia de los venenos desde la cicuta hasta el polonio 210. Y lo más recientes No te comerás a tu próximo y Ríos de Sangre, donde convoca a neutrinos, termitas, incluso al episodio 38 de la serie Pokémon.

Pero ¿Por qué Ríos de Sangre?......

Hace 200 años, la sangría era una práctica médica tan común que la lanceta, un instrumento semejante a un bisturí, pero con los bordes afilados, se convirtió en el símbolo de la profesión. Pero la historia viene de lejos: en el siglo III a.C., Hipócrates, considerado el padre de la medicina, afirmaba que el cuerpo humano contiene cuatro líquidos: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Si los cuatro se mantienen en equilibrio el cuerpo está sano, pero si el equilibrio se rompe el cuerpo se enferma. Se creía que después de una comida abundante el cuerpo fabrica más sangre que la necesaria y que su acumulación en las piernas producía hinchazón dolorosa. Para curarlo, razonaban, había que sacar el exceso de sangre. La teoría se transmitió de una cultura a otra. En el Renacimiento los barberos fueron autorizados a realizar sangrías. Se tomaban su trabajo muy enserio y anunciaban sus servicios colocando junto a la puerta de sus locales un cilindro con bandas rojas y blancas que representaban las vendas y la sangre. Símbolo que hasta hace unas décadas todavía era muy común en la entrada de las peluquerías.

Fuente: Diario La Nación/Sección 4: Espectáculos/Página 16/18 de abril de 2010
Enviado por: Barbara Guevara - 4º Prof. Biologia

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